Un águila que sobrevuela el cielo contempla esta panorámica y decide extasiarse de tan magnífica visión.
Justo debajo del viaducto de difícil acceso empieza el recorrido de este paraje magestuoso denominado el Pou Clar. Las aguas bajan suaves entre roca y vegatación sin apenas cubrir más allá de las rodillas.
En la parte más alta del Pou Clar y por debajo del viaducto entre la vegatación bajan las aguas de río Clariano dando pequeños saltos dejando diminutos espacios níveos de suave acustica.
En esta imagen del curso de agua en el Pou Clar parece que el cielo está abajo y la tierra arriba. Las aguas del río Clariano llegan a este entorno tan límpias y claras que si no fuera por la suave ondulación de su superficie se diría que es un precioso cristal.
En el Pou Clar predominan las rocas, el suave espejo acuoso donde se refleja y la verdosa vegetación.
Antes de tranquilizarse, el líquido elemento recorre pequeñas cascadas dando un acuoso concierto de sonora relajación.
Entre rocas surcan las aguas del Pou Clar para contemplación de los visitantes.
En el entorno predomina el aspecto rocoso donde el agua se retiene en pequeños remansos para poderte dar un refrescante chapuzón.
El agua del Pou Clar discurre entre los salientes rocosos dando un aspecto singular a este caprichoso entorno.
Una de las aportaciones de agua al Pou Clar. Desde este manantial, como se aprecia, el agua mana de la roca y de la profundidad arenosa.
Desde la pendiente rocosa este árbol observa majestuoso el incomparable entorno del Pou Clar.
El agua descansa en esta zona del Pou Clar entre las rocas, el paseo y la vegatación después de manar del pou y siendo observada por el magestuoso árbol.
En los dos caminos se aprecian las reformas de mejora del Pou Clar. La parte inferior para poder pescar o introducirse en el agua y la superior para pasear por el entorno.
Los tranquilos peces que se deslizan en el agua son una de las principales atracciones del Pou Clar, sobretodo para los más pequeños que les dan alimento.
La verde higuera observa el agua dirigirse lentamente hacia la presa mientras en el suave cristal se reflejan rocas y árboles.
Entre la carretera, el camino con barandilla de madera y el rocoso desnivel discurre el agua para tranquilizarse en presencia del incipiente otoño.
Piscina de la tranquilidad entre desniveles rocosos donde suelen estar algunos pescadores y en verano nadadores.
Plano general del Pou Clar desde la presa, a la derecha desnivel rocoso, en la base el cristal de la relajación y al fondo la carretera de Ontinyent a Villena.
Primer plano de la presa que parece dividir el Pou Clar en dos zonas: una más alta y rocosa y otra más plana y de abundante vegatación. La tranquilidad del agua se ve alterada por la brusca precipitación al superar el obstáculo.
El arbusto del primer plano es testigo de la llegada del agua a la piscina de la tranquilidad donde los peques atrevidos se bañan.
Entre la frondosa vegatación, el río se tranquiliza y desciende por la suave pendiente de tan bello entorno.
El río continua su apreciado curso, en el tramo final del POU CLAR, hacia el inevitable FINAL que a todos nos espera en el paciente e impresionante valle de la tranquilidad: el MAR, al que todos los ríos van a ir a parar.
MILIA
